lunes, 3 de octubre de 2011

Mi querido y decepcionante mundo (columna de opinión)


Por: Miguel Alfaro Vargas – Editor

Educar con amor y con unión, una frase cliché muy utilizada; pero ¿realmente le vemos el fondo a esas palabras? O ¿nos hacemos los de vista gorda para tampoco ver hacia dónde va la sociedad?

La falta de valores en las familias y la mala educación, palabras que para mí significan simplemente un ambiente sin amor, porque es de ahí donde parte todo lo repudiable, está generando un mundo que se llena de noticias como “infante de 10 años dispara a profesora y luego se suicida” en la escuela municipal Alcina Dantas Feijao; o videos como “niño herido en la calle es asaltado por una banda de hombres que “pretendían” ayudarlo” en las calles de Inglaterra.

Es impactante saber que en el Hospital Materno de Lima, el 90% de las madres de entre 12 y 16 años han sido violadas por su padre, padrastro o por un familiar cercano según una investigación del Institute for Development Training en Chapel Hills en USA. Algunas veces el mundo se une y es reconfortante ver que, por ejemplo, la gente se unía contra el terrorismo después del atentado de las torres gemelas el 11/9/2001 en el que murieron 2 823 personas; pero, existen más de 824 millones de desnutridos por pobreza en el mundo, debería haber esa unión también contra esa espeluznante cifra.

La verdad me duele ver a mi mundo llenándose de odio, peleas y humillaciones donde me siento impotente. Sin embargo, me llena de alegría ver un pequeño grupo de gente en todo el mundo que hace la diferencia, que no se rigen por los paradigmas de “al niño se le cría de forma ruda, así será un hombre”, etc. Y tal vez esto es lo que nos funcionaría si lo aplicamos. Quizás el mundo no cambie mientras vivo, pero sé que los que piensan como yo no se quedarán sin hacer nada. ¿Saben por qué? Porque el cambio comienza en cada uno, y como un virus se irá esparciendo, quizás despacio, pero lo hará.

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